viernes, 22 de febrero de 2013
IVÁN †
Hace casi una semana que te fuiste, casi una semana que no estás en mi vida, que te has ido, que has desaparecido, que ya no volveré a verte ni a hablarte ni a abrazarte y de lo mucho que me arrepiento es de no haber disfrutado contigo como mi mejor amigo que eras, de no haber estado contigo lo suficiente. Aún no me acostumbro, sigo soñando contigo cada día, imaginando que estás conmigo, que ningún hijo de puta te ha quitado la vida un quince de febrero, que has disfrutado del San Valentín y que has vuelto, que has vuelto... Y vuelvo a la realidad, y veo que no, veo que el periódico del día 15 sigue en mi mesilla, abierto con tu página, sigo viendo la moto destrozada en mi cabeza, y a él no lo veo, pero veo sus ojos, veo los ojos del hijo de puta que te quitó la vida y sigue suelto, veo al hijo de puta que quiso ir dirección contraria por una carretera cerca de la autovía, veo sus ojos de lo que es y después los tuyos, llenos de pavor, de miedo y resignados, porque sabías que se había acabado para ti, demasiado pronto, demasiado raro, demasiado improbable pero que al final pasó. Te echo tantísimo de menos que me duele cada vez que te pienso, a veces intento pensar que estás aquí, conmigo, para no llorar, para no recordarte, para no arrepentirme de haberme enfadado contigo, para no acordarme de que por mi culpa ni me despedí de ti, ni te disfruté... No creo en el más allá ni en nada de eso, pero contigo es diferente, no sé si me leerás, si me escucharás o si estarás en otro sitio... pero si pudiera decirte algo, te diría que siempre vas a ser parte de mí, porque pasara lo que pasase, ante todo tú has sido, y serás MI MEJOR AMIGO.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario