domingo, 24 de febrero de 2013

...

Estoy hecha un lío, cuando estoy así me cuesta escribir, y es extraño, porque siempre escribo por necesidad, por desahogarme, sin embargo ahora mismo lo estoy haciendo por obligación, no tengo ganas de escribir ni de decir lo que siento, algo que siempre he hecho. Me he acostumbrado tanto a que me hicieran sufrir que supongo que no soy capaz de pensar que ahora estoy haciendo exactamente lo mismo a otras personas, aunque sea inconsciente o más bien, no quiero hacerlo pero sí soy consciente.
Me enamoré tan fácilmente en enero... que pensé que volvería a hacerlo, y más de alguien como tú, alguien que me cuida, que está pendiente de mi, que me quiere. Pensé que todo el cariño que te estaba teniendo se convertiría en amor, pero realmente el amor viene solo, y cometí ese fallo. Tenía dudas y pensé que te querría, pero en ciertos momentos me di cuenta que no pasaría, no por tus actos, porque ya sabes que los celos me encantan, y por eso mismo dudé, porque contigo me agobiaba, cosa que nunca me había pasado, me estresaba y no quería seguir hablando contigo, y así durante 13 días. Tengo miedo de que tú sientas lo mismo que sentí yo en su día, porque mi ambigüedad no tiene que ser la causa de tu dolor. No quiero que pienses que te he engañado, porque no lo he hecho, y todo lo que decía iba en serio, pero hoy por hoy no quiero estar así, no quiero agobiarme, no quiero porque no "te amo" y sí, me duele pronunciar esto, porque sé que te dolerá... Y no quiero nada de esto para ti. No quiero perderte, no quiero dejar de hablar contigo, porque te quiero, y quiero que sigamos como antes o mejor... Me pediste que te escribiera y eso hago, no quería porque no quiero que te sientas mal, que estés como la llorona que fui yo en su día, tan solo quiero que seas el mismo niño tonto que me decía gilipolleces... Espero que me perdones por esto, porque tú no tienes culpa de nada y... te quiero.

viernes, 22 de febrero de 2013

Me ralla

tener lo que no quiero y no tener lo que quiero

No dejo de pensar

en lo que pudimos ser y no fuimos.

Cara Delevingne


Mein herz brennt

Imagino que sabes quién soy, lo que hago y lo que te tengo que decir. Imagino que aunque ha pasado demasiado tiempo, tú sigues sintiendo lo mismo que yo, y aunque has olvidado tanto los recuerdos felices como los malos, sigues sintiéndolo en el fondo de tu interior.
Pensé en presentarme, pero ya me conoces bien, como yo a ti, aunque si ahora te viese por la calle, lo más seguro es que no te reconocería.
Ha sido difícil intentar sustituirte, o al menos, hacer que nadie supiera que lo intentaba. Supongo que entiendes lo que quiero decir, ha pasado demasiado tiempo pero no ha sido el suficiente para olvidarte, ni tampoco para intentarlo.
Quizás es tarde, pero no para quererte, no para amarte, no para decirte que sigues siendo mi costilla derecha.
No has vuelto ni a decirme adiós.

VETE

No quiero más de lo que tú me das.. tus envidias,tus manías,mi inseguridad..

IVÁN †

Hace casi una semana que te fuiste, casi una semana que no estás en mi vida, que te has ido, que has desaparecido, que ya no volveré a verte ni a hablarte ni a abrazarte y de lo mucho que me arrepiento es de no haber disfrutado contigo como mi mejor amigo que eras, de no haber estado contigo lo suficiente. Aún no me acostumbro, sigo soñando contigo cada día, imaginando que estás conmigo, que ningún hijo de puta te ha quitado la vida un quince de febrero, que has disfrutado del San Valentín y que has vuelto, que has vuelto... Y vuelvo a la realidad, y veo que no, veo que el periódico del día 15 sigue en mi mesilla, abierto con tu página, sigo viendo la moto destrozada en mi cabeza, y a él no lo veo, pero veo sus ojos, veo los ojos del hijo de puta que te quitó la vida y sigue suelto, veo al hijo de puta que quiso ir dirección contraria por una carretera cerca de la autovía, veo sus ojos de lo que es y después los tuyos, llenos de pavor, de miedo y resignados, porque sabías que se había acabado para ti, demasiado pronto, demasiado raro, demasiado improbable pero que al final pasó. Te echo tantísimo de menos que me duele cada vez que te pienso, a veces intento pensar que estás aquí, conmigo, para no llorar, para no recordarte, para no arrepentirme de haberme enfadado contigo, para no acordarme de que por mi culpa ni me despedí de ti, ni te disfruté... No creo en el más allá ni en nada de eso, pero contigo es diferente, no sé si me leerás, si me escucharás o si estarás en otro sitio... pero si pudiera decirte algo, te diría que siempre vas a ser parte de mí, porque pasara lo que pasase, ante todo tú has sido, y serás MI MEJOR AMIGO.

miércoles, 6 de febrero de 2013

David

Al final me he decidido a contártelo, sabiendo aún así que te perdería por el camino, y me he dado cuenta que he cometido un error y que, además ya lo había cometido anteriormente. Se ve que de errores NO se aprende. Sé que te he perdido y me lo niegas pero... en un día has cambiado totalmente conmigo, lo que me negabas absolutamente ahora lo confirman los hechos, lo que te dije que pasaría, que tenía razón. No puedo negarte que te pongas así pero tampoco puedo estar bien ante esto, porque para mí fuiste y SERÁS uno de mis grandes amigos a los que no les he contado mi vida a casi ninguno. Solo espero que valores eso y que, aunque ahora no me lo digas yo a ti sí, porque así lo siento. Te quiero.

domingo, 3 de febrero de 2013

Siempre se acaba, incluso

cuando aún no ha empezado.
Es extraño que sienta a cada minuto que quiero hablar contigo, echándote de menos día tras día y que tú sin embargo no, son maneras diferentes de sentir, pero al fin y al cabo todos echamos de menos a alguien, y a ese alguien se supone que es con quien sentimos algo. Es extraño, porque tú no me niegas lo que sientes por mí, aunque por otro lado, tampoco me lo confirmas.
No sé qué decirte, llevo semanas pensando en terminar con esto, porque al fin y al cabo sé que no llegará a más, y ¿Sabes? Cuando intento decírtelo y ponerte las cosas claras no puedo, parezco una tonta más detrás de ti, y tú tan solo me sigues, como si te gustara, aunque después me lo niegas, no tengo nada claro. Y de ahí que quiera acabar con esto. Me gustaría que sintieras lo mismo que yo sentía, pero los sentimientos no se obligan y, aparte de eso, después de todos estos días sin importarte y sin que me hablaras, me he dado cuenta de que me he enfriado, y que todo lo que sentía me empieza a aburrir, es como si no quisiese más de ti que la amistad, algo que antes no lo desearía ni lo más mínimo. No sé cómo decírtelo, ni siquiera me hablas ahora, solo noto indiferencia hacia mí, y eso solo confirma que sienta lo que siento. Espero que te des cuenta que esto se acaba, y por lo tanto que yo soy libre, y tú también.