Me he levantado con sed de ti, o con sed de amar a alguien, no sé. Suena irónico, lo escribo mientras en mi móvil suena 'Feeling good', mientras cojo el bus para acudir a mi amado centro escolar, donde por cierto, ahora mismo tengo examen. Pero no importa. Necesito explotar, explicar que tengo ganas de sentir, aunque sea sentir algo malo pero SENTIR. Empezar haciéndolo en la pared y terminar en el suelo. Y que el suelo queme. Y que yo sea el hielo. Que yo sea fría, amarga y dulce a la vez. Que lo hagamos y que el telón de fondo sea una canción fuerte, de esas que llegan y transmiten todo. Y que acabemos, pero acabar de verdad, de esas veces que quieres que acabe, con gritos, súdor y por qué no lágrimas. Que sea una de tantas veces que hemos acabado llorando. Apoteósico. Sublime. Llámalo raro. Pero terminar como empezamos, queriéndonos. Terminar queriendo empezar otra vez, echándolo de menos, echándote de menos. Amarte y demostrarlo, sin palabras, sin reproches, con todo el tiempo del mundo. Lo echo de menos.
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