He decidido olvidarte, aun sabiendo que la travesía sería larga. He cogido al toro por los cuernos y le he dicho "en esta partida gano yo". He buscado la manera para sustituirte, y las mil formas han fallado, pero porque tú estabas ahí, porque un clavo no saca a otro si sigue en su sitio, y ese ha sido mi problema.
Mi problema eran tus rizos, tus ojos achinados, tu carácter, tu sonrisa. Mi problema era mirarte cada día esperando a que me hablaras. Mi problema había sido enamorarme de alguien que no podía tener. Enamorarme de lo imposible, un amor platónico, eso has sido. Alguien que no podía ni podré tener. Mi marinero, o eso decías. Me decías que era tu sirena y yo me derretía como si realmente lo fuese. Como si no tuvieses a otra más. Ha sido un tira y afloja, un día estábamos peleados, otro día sentía que querías estar conmigo de verdad. Y al final nada de eso, solo querías lo que querías. Y yo recordándote. Y tú volviendo. Y yo cayendo, otra vez. Pero sabías por lo que volvías, y me lo decías, y yo lo sabía pero volvía a caer. Amor por mi parte pero no por la tuya, al menos no me mentías, y por eso no te reprocho nada, es mi culpa, en los sentimientos nadie manda y menos yo. Pero intentaré hacerlo por una vez y olvidarte, aunque sea a la fuerza, intentando no verte. Porque un clavo saca a otro clavo, y tú..., tú fuiste uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario