Nunca sabes cuando puedes volver a estar rota. O cuando los recuerdos nos inundan la mente entre noches vacías y lágrimas en la almohada. Nunca sabes cuando tus recuerdos pesan más que tu presente, o cuando el presente se fusiona con los recuerdos del pasado.
Ha pasado tanto tiempo desde que no escribo que a veces me he preguntado por que no lo podía hacer, aunque, ahora ya me acuerdo, dolor, obligación y resignación. Y ese dolor no era mío, sino de personas que leían lo que yo escribía. Ahora es como: "Quiero escribir, y tú no me lo vas a impedir, ni siquiera cien como tú!"
Y es lo que tiene ser libre, que no estoy atada a nada ni a nadie. Ni siquiera tengo remordimientos si alguien ve mi blog. Porque es mi vida, y nadie manda en ella más que yo.
No sabéis lo que me salva desahogarme. Y es que no tenéis ni idea de lo que haría por poder desahogarme cada día con alguien, pero no con un amigo o alguien conocido, sino con alguien que tan solo escuchase, que no se fuera cuando más lo necesito; y por eso tengo el blog, porque es lo más parecido que hay a esa persona inexistente.
Tengo tantas ganas de que pase todo esto y volver a ser la de antes... Que no me hagan daño y que luchen por mí, ¿por qué, si se supone que me quiere, no lucha por mí? Llevo tantas horas llorando preguntándomelo y preguntándoselo sin obtener ningún tipo de respuesta que en lo único que puedo pensar es en escribir.
Que se supone que me quiere y me deja tirada aquí llorando. Para otros es más fácil dormir. Y ojalá tuviera su suerte. Ojalá puediera acabar con todo esto de una vez y olvidarme porque sé que no merece la pena y sé que todo el daño que me ha hecho hasta ahora no compensa ningún rato bueno que hayamos tenido. Ojalá no fuera gilipollas y ojalá no estuviera detrás de alguien que me humilla. Pero es lo que pasa cuando estás enamorado, que te dejas humillar. Dejas que te rompa en pedazos hasta el último trozo de tu corazón e intentas hacerte fuerte por fuera, como si de verdad estuvieras bien. Y piensas, ¿Cómo alguien que te quiere puede dormir sabiendo que tú estás así?
¿Cómo alguien que te tiene cariño puede ver como te rompes y seguir machacándote y dejando que te arrastres?, pero sigues arrastrándote, y él, ignorándote. Burra.
Tonta, tonta, tonta. Quien quiere te lo demuestra. Y no solo eso, sino que lucha por ti, se arrastra si es necesario. Porque eso es el amor, una gilipollez, pero una gilipollez muy bonita. Y si realmente no lo hizo y no lo va a hacer...tonta, a quien quieres engañar, sabes que no te ama.